29.3.21

Texto prohibido

Discernido por el sonido de los gritos y los cantos,
de las sombras y portentos innominados que se unían,
inmersos de eterna oscuridad y sacrilegio,
disertan que me adentre más al ritual de sus ofrendas
que dejara de ser yo, de esto… y pertenecerles
temiendo de mi alma el ser atada y de no regreso.

Un collar de dientes negros cuelga de mi cuello
mi cuerpo bañado de sangre fresca de un gallo negro
que fue vertida en el cuenco de barro al ser degollado,
aprendo iluso el arte de sus mañas insaciables
y como si fuese una orgia, al ritmo de los tambores,
allí estaba danzando en el fuego de la hoguera.

Fuego que, reflejado en el ocre de mis ojos que fundían,
lo profundo de mis miedos omisos de aquella ceremonia.
En donde, es ahí que la tragedia a alguien habría que ocurrirle
en noches de completa oscuridad y al desgaste de las inquietudes
de la oquedad del cuerpo profanado. He oído entre murmullos…
“No te preocupes, sacrifícate, olvidaras todo."

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